Hacienda resta crédito al estudio que asegura que uno de cada tres funcionarios sufre mobbing.

 

Uno de cada tres funcionarios de la Intervención General del Estado (IGAE) y de la Agencia Tributaria (AEAT) sufre acoso laboral (mobbing) o se encuadra entre los considerados quemados (burnout), según el estudio Cisneros de junio de 2004 que ahora Hacienda pone en duda recalcando que no hay motivo de alarma.

El citado estudio, esgrimido por el diputado de IU-ICV Angel Pérez, indicaba que el 21.34 por ciento de los funcionarios de la IGAE consultados son víctimas de mobbing, a lo que se añadía el caso de los afectados por burnout, lo que elevaba el porcentaje al 31 por ciento. En la Agencia Tributaria, la suma de ambas patologías llegaba al 32,27 por ciento.

En su respuesta al diputado, Hacienda admite que ninguna empresa privada había dado jamás esos porcentajes de acoso, ni siquiera en aquellos colectivos que están sujetos a tensiones extremas y complejas por tareas que realizan, muy distintas, a las que llevan los colectivos objeto de este estudio.

Sin embargo, entiende que el mobbing no es un fenómeno localizado entre los funcionarios de Hacienda, sino que es general en las relaciones laborales. En ese sentido, cuestiona si las conductas computadas como acoso laboral en el estudio se corresponden realmente con esa figura, aconseja reconducir las conclusiones del estudio e incluso avisa de que ese estudio ha sido patrocinado por el colectivo analizado, que precisamente se halla en un proceso de reivindicaciones con la Administración. La conflictividad viene dada, más que por factores psicosociales, por el conflicto laboral expuesto, agrega.

Su conclusión es que no hay motivo de alarma y señala que en el último año sólo constan cinco reclamaciones exigiendo responsabilidades disciplinarias y en ningún caso ha sido preciso incoar expediente disciplinarios, sino cambios en la adscripción orgánica de los afectados. En cuanto a quejas, sólo se contabiliza una treintena que incluya mención al mobbing, pero en todo caso marginal. Tampoco se han advertido, según Hacienda, riesgos psicosociales entre los trabajadores de la IGAE, ni se han detectado incrementos de las cifras de absentismo ni peticiones de cambio de puesto de trabajo.

Todo ello lleva al diagnóstico de que las consecuencias del mobbing en la AEAT y en la IGAE no parecen alcanzar el nivel de gravedad que revela estudio, ni por número de afectados ni por la entidad de sus perniciosos efectos.

Eso sí, Hacienda reconoce que hay factores que conviene estudiar: Los resultados de la encuesta, no específicamente dirigida a detectar la presencia de mobbing en la Agencia Tributaria pero reveladora de diversos factores de carácter profesional y organizativos determinantes del clima laboral en esta organización, presentaba un panorama en el que la presencia de figuras afines al mobbing, como estrés laboral, burnout, acoso, etc, podrían hacer pensar en que esta situación también podría darse en algún supuesto.

En cualquier caso, Hacienda asegura que viene prestando especial atención a estos problemas, en cumplimiento de las obligaciones de prevención de riesgos laborales. Desde el momento que un defecto o una carencia organizativa pueden estar en el origen de este tipo de actuaciones, se estudia, desde las prácticas psicosociales, la posibilidad de tomar medidas que impidan que se den las condiciones que permitan el acoso, principalmente con formación en técnicas de manejo de grupos, técnicas de dirección y organización, etcétera, garantizan.

27/03/2006 11:42:39 - Terra España

 

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