SEGURIDAD EN LA ESCUELA:

La prevención de riesgos eléctricos en la escuela.

 

La electricidad en el uso diario la tenemos presente desde que nos levantamos y encendemos la luz, pasando por el uso de los electrodomésticos, relojes, vehículos, ordenadores, televisión, etc., hasta que nos vamos a dormir y la apagamos. Las escuelas son entornos donde está presente la electricidad, aunque en menor grado que en el hogar, por lo que es primordial concienciar a los niños desde temprana edad sobre los riesgos derivados de la misma.

Como datos indicativos podemos señalar que en la última década en España, el 4% del total de accidentes mortales, el 1% de accidentes graves y el 0,3% del total de accidentes leves, fueron causados por contactos eléctricos.

Las aulas están equipadas actualmente con gran número de aparatos audiovisuales, en los que la presencia de la electricidad puede dar lugar tanto a contactos directos como indirectos.

Su presencia general en la escuela en lámparas de mesa, proyectores de diapositivas, transparencias, casetes, aparatos de vídeo, reproductores de DVD, televisiones, videoproyectores, ordenadores, impresoras, focos, luces, estufas, equipos de aire acondicionado, ventiladores, microscopios, neveras, máquinas de café o de bebidas, etc. hace que se deba prestar suma atención a este riesgo invisible, aunque no intocable. Se han expuesto las graves consecuencias que puede tener un descuido de sólo un segundo en relación con la corriente eléctrica. Por ello toda medida para evitar el riesgo de exposición a la misma es poca.

A continuación se enumeran las formas más generales de evitar la electrocución en un ambiente escolar o en el propio hogar.

 

Medidas generales de prevención del riesgo eléctrico

.  Antes de utilizar un aparato o instalación eléctrica asegurarse de su perfecto estado.

.  No utilizar cables dañados, enchufes rotos o aparatos defectuosos.

.  No tirar de los cables de los enchufes para desconectar los aparatos.

.  No introducir los cables desnudos en ningún enchufe.

.  Retirar los cables estropeados, quemados o semidesnudos y no tocarlos sin protección aislante (guantes, trapos, etc.), si están conectados a la corriente.

.  Asegurar los cables eléctricos empotrándolos o sujetándolos, aislándolos o colocando un recubrimiento protector.

.  Usar enchufes de enclavamiento profundo o giratorios para proteger a los niños o proteger los enchufes con tapas aislantes adecuadas.

.  Ante cualquier tipo de reparación de la instalación eléctrica desconectar el interruptor general. Asegurarse de que no se pueda conectar la corriente mientras se realiza la reparación (cerrar el armario de contadores con llave, retirar fusibles, etc.).

.  No cambiar nunca un fusible por otro de mayor intensidad.

.  Comprobar si el cuadro eléctrico general dispone de un interruptor automático diferencial de 30 mA y de un magnetotérmico. Comprobar su funcionamiento de forma periódica (una vez al mes).

.  Utilizar enchufes con conductor de puesta a tierra en los edificios que disponen de ella.

.  Se recomienda que, en edificios anteriores al Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión de 1973, se instale un circuito de puesta a tierra para proteger la instalación de corrientes de defecto.

.  No tocar nunca a una persona que esté bajo tensión eléctrica sin proveerse de un material aislante (ropa, guantes, madera, etc).

.  No enchufar nunca aparatos que se hayan mojado.

.  Procurar no usar ni tocar aparatos eléctricos estando descalzo, aunque el suelo esté seco.

.  No disponer de estufas eléctricas, tomas de corriente ni otros aparatos eléctricos cerca del baño al alcance de la mano.

.  En lugares muy húmedos, utilizar sólo linternas o una tensión de seguridad no superior a 24 voltios para lámparas y herramientas portátiles .

 

 

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Información obtenida del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

 

Autor y Webmaster: Javier Pérez Soriano.

Profesor del I.E.S. Poetas Andaluces de Benalmádena (Málaga).

Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales en las especialidades de: Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada.

Formador de Formadores en Seguridad y Prevención de Riesgos Laborales.

Auditor de Sistemas de Gestión de Prevención de Riesgos laborales.